Análisis de «Los desposorios de la Virgen»

Los desposorios de la Virgen

Los desposorios de la Virgen. Fuente: Wikipedia

Ficha técnica

            Los Desposorios de la Virgen (1504). Está ubicada en la pinacoteca de Brera, Milán, Italia. Está pintada con temple y óleo con soporte de tabla. Tiene unas dimensiones de ciento setenta y cuatro centímetros de alto y ciento veinte y uno de ancho. La temática es religiosa y está encuadrado dentro del periodo artístico del Renacimiento italiano.

El análisis formal

            La técnica empleada es temple y óleo. En la composición se observa que es una representación  bastante mecánica, calculada y equilibrada. Las losas de pavimento se utilizan para unir la parte superior con la inferior subrayando la fuga de perspectiva.

            El templo poligonal decide la disposición del grupo cercano del resto de figuras. En el primer plano predominan las figuras de José, el cual pone a María el anillo y en medio el sacerdote, que es el centro focal de la escena. En un segundo plano, Rafael reduce proporcionalmente las figuras de tamaño.

            Sobre el colorido, prevalece una tonalidad de pardo dorado y rojizo con fragmentos de marfil claro, azul, verdoso, amarillo, marrón oscuro y rojo brillante. Las formas resplandecientes están inmersas en una atmósfera cristalina con el azul claro como color protagonista, mientras que el grupo de figuras del fondo continúa prevaleciendo el color rojo. En su conjunto son colores cálidos. Respecto a la luz, ciertas figuras están a contraluz en la izquierda, de esta forma da la sensación de equilibrar y marcar la profundidad del cuadro.

Estilo y etapa

            Esta pintura pertenece a la primera etapa de Rafael, todavía determinada por el influjo de su maestro, el Perugino, y Leonardo Da Vinci. Es una obra muy característica del Quattrocento realizada en los primeros años del siglo XVI. Rafael recoge todos los avances de este periodo para hacer una obra de perfección extraña.

Escena representada

            Los desposorios de la Virgen María y San José. Esta escena está relatada en los evangelios apócrifos y la Leyenda Dorada.  Narra como los pretendientes a desposarse con María, que habían estado en el templo hasta los catorce años de edad, portaron una vara, y la de José floreció a modo de señal de ser el la elección de Dios para casarse con María. Es esta la escena plasmada en el cuadro de modo que apreciemos como los pretendientes restantes llevan varas sin florecer, uno de ellos que se encuentra en primer plano, se inclina para romper la misma con la rodilla, lo que crea un escorzo que le da mayor movimiento a la composición, en general muy estática.

Relación de la obra con la época histórica

            La tabla se la encargó la familia Albizzini  para la iglesia de San Francisco en Città di Castello. Estuvo allí hasta 1798, formó parte del botín napoleónico y fue vendida por 50.000 liras a un mercader.

Relación de la obra con la de otros artistas

            Con esta pintura Rafael realizó una interpretación de otra casi contemporánea que sobre el mismo tema realizara su maestro, el Perugino. Son apreciables las semejanzas en la forma, rasgos faciales, poses y gestos de los personajes. La idea de la obra está inspirada en la obra “Entrega de las llaves” que Perugino pintó en las paredes de la Capilla Sixtina.

Contexto histórico-artístico

            En el Renacimiento comenzaron a darse nuevos ideales: los artistas se inspiran en la antigüedad clásica y el centro del universo pasó a ser el hombre y no Dios, esta forma de pensamiento pasó a llamarse pensamiento humanismo.

            La sociedad proseguía dividiéndose en estamentos y el sistema político-social un  feudalismo con menor rigor.

            A pesar de no producirse un gran cambio en la política y la sociedad respecto a la Edad Media, la Iglesia pierde influencia y mejoran las condiciones de campesinos  y burguesía junto con los comerciantes que comenzaron a tener importancia.

            En el norte de Europa se rompe con la iglesia cristiana y aparece la reforma de Lutero, trae consigo  nuevas ideas religiosas más moderadas que aportaban a la sociedad una mayor libertad creativa.

            En arte y la literatura con la aparición del Humanismo los temas religiosos y profanos empezaron  a mezclarse. Las iglesias continuaron siendo los edificios más importantes en arquitectura,  y  la escultura se centraba más en el hombre, imitando así  la cultura clásica.

Fuente: http://rafaelsanzioarte.blogspot.com.es/2015/10/analisis-los-desposorios-de-la-virgen.html

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